¿Qué es en realidad una encuesta?
Los estudios de Opinión Pública forman parte de un proceso de investigación social científica, que como tal necesita de seguir una metodología determinada que bien puede ser de tipo cualitativa o cuantitativa. Dentro de la metodología cuantitativa existen herramientas, y una de ellas es la Encuesta.
Lo que comúnmente se hace es realizar una identificación directa entre la Investigación social y la Encuesta. En ese caso, estaríamos incurriendo en un falso reduccionismo. Un estudio de Opinión Pública se vale de una herramienta, que es la Encuesta.
Ahora bien, existen diferentes tipos de encuestas según sus formas de relevar, pueden ser personales, telefónicas, On line, y dentro de ellas una cantidad de variedades. Cuando el investigador define el objetivo de su trabajo debe evaluar muy bien cuál será la técnica por utilizar. Lo que nunca debe perder de vista es la población a investigar y, si esa población es posible de relevar de acuerdo con la técnica.
Los estudios de opinión son la confluencia de muchas disciplinas científicas: la Sociología, la Psicología, la Antropología, pero por, sobre todo, la disciplina básica es la Estadística Inferencial. Esta permite que, indagando a un grupo de personas, podamos inferir a la totalidad del universo a investigar.
La indagación a sólo un grupo de la población se denomina muestreo, e implica que, con una determinada cantidad de gente encuestada, se pueden inferir opiniones de la totalidad de la población.
En el caso de un estudio tendiente a determinar inclinaciones electorales, la población objeto de estudio es toda la ciudadanía en condiciones de votar, por lo tanto, para que la muestra sea representativa, todos los individuos que votarán en las elecciones deben tener la misma probabilidad de ser encuestados.
¿Qué tipo de encuesta es más efectiva, la online, la telefónica o la domiciliaria?
Las encuestas telefónicas tienen como población a los abonados de líneas telefónicas fijas, pero la población en condiciones de votar no se reduce solo a este grupo. Las On line, tienen como población a los usuarios de internet y de redes sociales, pero los electores son más y diferentes a los navegantes. Por lo tanto, la conclusión es sencilla, la mayor probabilidad de acceder a inferir estadísticamente las intenciones de voto es muestrear a la ciudadanía que está en sus hogares, sin distinciones de accesibilidades a modos de comunicación.
Obviamente que existen herramientas metodológicas que intentan salvar estas incomodidades estadísticas. Pero a medida que nos acercamos a las definiciones electorales y en escenarios de escasas diferencias, se deben aplicar técnicas que permitan minimizar los márgenes de errores en los resultados.
En síntesis, dejando de lado el análisis de las demás variables que se deben contemplar a la hora de elaborar, aplicar e interpretar las encuestas, la herramienta a elegir es siempre relativa a la coyuntura política y a la cercanía electoral.